NUESTRA PEQUEÑA REPÚBLICA

Hace cosa de un mes llegó a la gran familia de Atzavares una nueva máquina nunca antes vista. No era la típica máquina que expendía refrescos de cola, la típica máquina de snacks o la típica máquina de café que miran con prepotencia desde un lado de la cafetería como diciendo: somos lo único que os queda, lo tomáis o lo dejáis. Lo de la máquina de café merece una noticia a parte, cuenta una leyenda que un viejo alquimista que trabaja para Eulen prepara él mismo el néctar que cada mañana tomamos, otra leyenda dice simplemente que es agua mezclada con sucedáneo de café. La máquina en cuestión es la que expende bolígrafos, folios, grapadoras, clips, rotuladores, etc. La tienen marginada en una de las salidas del edificio, está sola. Nadie le ha dado uso desde que llegó. Mantiene intactos los paquetes de cincuenta folios con una goma elástica atados. ¿Quién puede usar esos folios si están doblados? A nadie le gusta que se le doblen los folios ¿Porqué venden gomas si no usamos lápices? Desde aquí os animamos a que le deis uso a la máquina. No puede quedar olvidada en un rinconcito de Atzavares.

Namasté y buena suerte.