Música de los Republicanos


La historia de un pueblo oprimido


La historia del edificio Atzavares es mucho más larga que la de esos simples cinco años que, según dicen los papeles, lleva edificado sobre las tierras de la UMH.

Atzavares era una raza, una raza de super hombres nómadas, que únicamente querían cambiar el mundo y poder beber cerveza tranquilamente sin tener que ir andando hasta la aldea más cercana. Para ellos era primordial poder tener siempre a mano bolígrafo, papel (el normal, no el de OCB. Ya que ese lo inventaron los Atzavareños siglos más tarde; hasta el momento los cigarros se los liaban con papel de revista de Centro Mail) y sobre todo, y como más importante, unos buenos argumentos que hicieran de su existencia algo razonable, ya que esta raza se inventó la tarde antes de llegar al pueblo ilicitano en una posada – Charlie- mientras se relajaban y se tomaban la merienda-cena.

Después de varios años, y varias generaciones esta raza fue la dueña del terreno en el que actualmente está edificado nuestro edificio. En él tenían su castillo con su correspondiente dragón y su correspondiente doncella y una pequeña zona de descanso –el pinar- en el que sin molestar a nadie día a día decidían cual sería su nueva forma de actuar. Pero a pesar de ello, y como todo, las zonas urbanizables, junto con los siglos de desarrollo hicieron que este terreno quedara en zona universitaria, por ello, el “queridísimo” alcalde decidió expropiar los terrenos con ideas de llevar hasta el pueblo Maori Atzavareño una educación y unos valores. Era eso, o según cuentan los viejos del lugar (alumnos de periodismo que tienen la tez como la de un joven repetidor pero que realmente es la de un sabio de nuestra milenaria o “miguelaria” cultura) la incomunicación, poniendo en las fronteras a militares que interceptaran todo el alimento, ayuda, información y facilidades que pudieran llegar hasta esas tierras. Así que apoyándose en argumentos de mejora, y tras largas disputas y varias reuniones, los representantes accedieron a reunirse, ya que pensaron que sería una buena forma de que a partir de 2005 el pueblo Atzavareño se incorporase a la gran globalización; y como a ellos le habían prometido a la nueva era de la información.

A pesar de todas estas promesas, esta fue únicamente una jugada más, ya que todo lo que se prometió se convirtió en destrucción, deshumanización y ocupación de los terrenos por estudiantes de otras carreras (INEF, Derecho…) De ahí la respuesta, para todos aquellos curiosos, al odio entre periodistas y futuros portadores de chándal…

Así que en 2006, y de forma unánime, se tomó la decisión de asumir ya el aporte a la cultura de nuestros valores, pero que a pesar de ello, se pretendía seguir, por lo menos, disfrutando por completo y sin intrusos de la pequeña república, erigiéndose en esas fechas ya como tal.
Tras largas batallas con los de blanco (estudiantes INEF) por el control de la Tierra Media, un año más tarde, en 2007, conseguimos poseer nuestras tierras de manera independiente, eso si bajo el precio de ceder bajo renta (con el único fin de mantener económicamente nuestras tierras) algunas aulas. Ya que el impuesto revolucionario sobre el edificio Altabix y La Galia sólo funcionó durante los cinco primeros meses.


Así que tras innumerables disputas sobre una tierra que en principio era tranquila, el resultado ha sido la de un edificio gobernado bajo intereses de terceros, pero que a pesar de ello se intenta gobernar por sí solo. Intentando dejar seña de identidad y personalidad con su forma de reunirse en su parte trasera, celebrando todos los años las borregadas, la procesión con su patrón San Cirilo (su historia próximamente aquí), y siempre intentando mejorar unas instalaciones que día a día ya sí que van pareciéndose más a las de una carrera decente.

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